La experiencia no cabe en la mezquina palabra
ni la Vida entre murallas.
Saca a tu Dios, a tu Diosa a jugar en las extensiones de su trono cósmico.
Retira los pestillos de la razón reprimida.
Dale buen aire a tus demonios
para que luego se echen a volar y te den Paz.
Juega, con la Luz, a disolver la obscuridad
para que los sueños dejen de ser una dormida creencia.
Siente el respirar
cuando hondo dentro de ti naufragan los temores
con la Suprema corriente del Amor