Respeta tu cuerpo.
Dale la justa atención.
Que sea saludable
para ofrecerte de sus profundidades,
lo que el envase guarda en sí:
En lo denso, la fuerza de lo sutil
en el cuerpo, el espíritu.
Dale la justa atención
y aparta la vanidad.
Que como vehículo te sirva
y no te distraigas en él como un fin.
Amate con tanto poder
como para desapegarte
de la vulnerabilidad
que vuelcas en proyectar
a tu dimensión material, carnal,
lo preconcebido.
Amate con tal intensidad
que trasciendas las barreas de lo evidente.
Descansa.
Deja que tu cuerpo haga
lo que por sí mismo sabe hacer.
Conduce tu atención
más allá de lo que tus ojos miran
para que la consciencia pueda ver.
Ojalá sea claro,
que de todas maneras lo será,
cuando de esta realidad tengas que partir
y solo puedas llevarte
lo que hayas guardado
en tu corazón/consciencia.
Encarna en tu Alma
el Espíritu Vital
que ofrece de sus juegos.
.
∴ Paz, Amor y Realización a todos los Seres
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› Arte de Justin Slattum