A nuestro pulso Paz

«Alguna vez juzgamos tanto,
que nos sometimos a la cultura del juicio…
… a sus dominios… sus demonios…
cultivando pensamientos, palabras y obras de separación.

Alguna ves juzgamos de pobre lo sencillo y complicamos todo.
Y la vanidad se fijó en los muros de su percepción.

— En la cáscara de las cosas
no es que precisamente se gusta de su Esencia —

Por sus frutos los conoceréis
y e ahí que hay tantos amables paraísos como hostiles infiernos.
Cada quien vele por ser el buen jardinero de su propia cosecha.

Sibaritas del sabor de los saberes.
Gusta la mente de lo simple.
El Ser gusta su corazón pleno.
La Paz, del sentir humilde.
El Amor pruebe la incondicionalidad… ¡sin condiciones!
La inteligencia sea aliada de la libertad
y la claridad guarde su inocencia.

Sin condiciones… la realidad se expresa tal cual es,
despojándose las consensuadas descripciones que atan la mente a las fijezas de una historia de voluntades paralizadas y arrebatos de ansiedad.

El Amor sea en cada uno voluntad
para moverse fuera de las ilusiones de la muerte.
Que la ansiedad nos cuente lo que tanto ansía
para devolverle a nuestro pulso Paz»

clariVidencia

«El Paraíso siempre ha estado, está y seguirá estando frente a nuestros ojos.
Sólo hay que dejar de arrancar,
con nuestra atolondrada ansiedad,
de la oportunidad de permitirse estar,
quietos y en silencio,
para Ser la consciencia que en nosotros puede presenciar,
Ver y disfrutar la dicha que nos circunda.
Bienaventurados los puros y atentos de corazón
por habitar su más alta correspondencia,
el Paraíso de sus Consciencias»

Cosmos es arriba, cosmos es abajo

«¿Y aún te crees la vieja mentira
de la carencia en que se sostiene la ilusión del mundo?
– reverbera el cosmos con su risa –
Por los laberintos de la mente domesticada en lo mundano,
da por extraviarse la efímera oportunidad de la Vida.
Por muy importante que te parezca el sueño
en que se ha ido a acostumbrar tu atención,
si no logras Ver,
de la Totalidad siempre un poco más,
te perderás la oportunidad de reconocer tu Integridad Natural.
No te conformes con la miseria.»

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«Lo desconocido está siempre presente, pero queda fuera de las posibilidades de nuestra Consciencia ordinaria. Lo desconocido es la parte sobrante del ser humano corriente. Y es sobrante porque el ser humano corriente no dispone de suficiente energía libre para asirla.»
— Don Juan Matus