Ilustración de egoten
Un novato se acerca a su maestro y le suplica que le instruya.
«Antes de que te pueda enseñar cualquier cosa debes decir una palabra de verdad,» dice el maestro.
El novato pensó por un momento. «¡Buda!», respondió él. Disgustado, el maestro lo despide. «¡Regresa cuando puedas decir una palabra de verdad!»
El novato pensó y pensó y decidió una mejor respuesta. El próximo día regresó donde el maestro, se arrodilló a sus pies, y susurró, «Compasión.» Pero otra vez el maestro lo despidió.
El novato luchó para encontrar una respuesta más notable, una que sería seguramente incontrovertible en su verdad. Pensando él encontró la respuesta en la palabra «Amor», y regresó a su maestro.
A medida que comenzó a arrodillarse, el maestro de repente lo pateo.
¡Ay! Gritó el novato.
«Siéntate,» dijo el maestro. «Finalmente has pronunciado una palabra de verdad.»