Bajo la piel, el cuerpo etéreo habita
Y a través de éste somos presencia dentro del gran misterio
Infinita existencia contenida en un cuerpo
La nave con la que nos aventuramos en esta dimensión
Olvidamos ser dioses en la torpe materia
El desafío es aprender a conducirnos desde dentro
Timón con su timonel
Navegar este inmenso océano sin perdernos
Haciendo del viento nuestro aliado y no extraviarnos en su arrebato
Hincho el corazón cuan una vela
Y me sirvo de su pasión para llevarme
Adiestro al cuerpo con coraje
Para hacer con él mi voluntad en este viaje.