Bájate de tus certezas, que sea un rato
Para caminar descalzo tu propio andar
Reconoce en él aquello que te pertenece
Es la invitación que, por algún motivo y privilegio, te ha traído a la vida.
Por respeto, date el tiempo de reconocer tu espacio
De proyectar en el tu luz
De sembrar en él tu semilla
De gozar y cosechar siempre tu propio jardín.