notas de viaje


El poeta en su puerta
se resiste a cerrar el ayer.
Se recrea en paisajes
que destiñen de a poco su miel
su silueta se aferra
a las huellas de su histórica piel.

Ya la luz que desviste su gracia
no la puede con él
lleva tiempo sentado en la acera
de una calle que no es de él.
Pasajero de una historia ajena
que no sabe vender.

Llevará entre andrajosas sus pieles – quién sabe –
algún duelo de Amor
o algún sueño que organiza en secreto
para arreglar al mundo
acicalando en la quietud de sus noches
su sensibilidad.

Organiza en palabras desechas
la serenidad
dibujando con pulso repuesto
alguna extraña emoción
en su sangre lleva la tinta
por la que escribe su voz.

biendecir


Esta noble palabra
viaja suave, sin fricción
conduciendo su intención
de ser llave que al corazón abra

Quiere ser hospitalaria
al convidar los buenos sueños
a que sean los primeros
en la renovación tan necesaria

Ya fue el tiempo de la razón
que ante el más sincero sentimiento
no ha podido ser cimiento
de nuestra bendita comunión

Esa palabra malograda
muda ante tanta grosería
que ante todo, no quería
ser tan mal entendida

Sin querer nada recibir
más si bien contar su versión
que no a tenido otra intención
que la de siempre biendecir

si no te apuras, no será


me prendo nueva vela
zurzo primaveras
me intriga ver tanto descontento
¿sigue gris el cemento?
elevo falsas anclas
re estreno las caricias
me baño con la brisa
¡siempre llevan prisa!
se detiene un poco el tiempo
se desploman los supuestos
no concuerdo con lo cuerdo
muy pequeños nos vemos desde cualquier estrella… desde cualquier universo
transito de medio lado
no te quito el tiempo
algunos enfadados
nos instruyen como es esto
no tiene razón
tanto desencuentro
creer que al sentimiento
no le hace bien estar contento
con mi regia cuchara
sorbeteo los modismos
salpico de ligereza
sobre los viejos dogmatismos
suele pasear la prosa más hermosa,
cuan lazarillo, a la conciencia que despierta
y por decirlo menos
me cansé de robar
a la vida su poesía
al tiempo la bendita oportunidad
el pasado se acerca a recordar
lo que no hemos sido
a avisarnos que, si no te apuras, no será
recojo mi solapa
le sacudo con gran gusto las pelusas
le retiro cualquier insignia que le haya visto manchas
ah!… es por las alas que no tiene mangas.