… la mente, como el viento, fluye sin aferrarse a nada, de un momento a otro estar tan distante o cerca del origen como se quiera. Estar en la pena o la felicidad, en el temor o el Amor.
El tiempo, como así también el espacio, intentan contener efímero contenido y en este juego sale a bailar el caos… el espíritu indómito repele nefastos receptáculos en su intento por habitar los buenos sueños y sortear los espejismos de obtusos acuerdos, las proyecciones de tantos errores históricos…
… como el viento, todo lo puede tocar
… como el viento en su inmensidad, llamada cielo, todo lo abarca
… todo lo nutre y así como puede apagar la frágil llama de una vela, también puede extender el fuego que todo lo abraza