Tengo tanto por contarte vida mía,
tanto por querer transmitirte de mi querer.
La magia me circunda con su inequívoca presencia
y, para mantenerme alerta, me hace guiños de cuando en vez.
No hay heridas que duelan más,
ni añejas batallas por ocupar mi memoria.
Hay un presente pleno de posibilidades infinitas
en donde refrescar mi dócil espíritu en la sabia de la felicidad
Me interno en el espeso bosque
saturado en su abundancia.
Siempre en él encuentro el propicio espacio
que se abre en luz para disuadir las frías sombras.
No fatigo mis pasos al saberme sereno,
parte de la bendita vida que responde grácil a mis esfuerzos.