me llevo

Llevaré mi intento a no pisar sobre las mismas gastadas huellas
Aquellas que erráticas no aportan novedad
Voy por nuevos caminos a encontrar siempre más
Desprendiéndome, cuan serpiente, de viejas pieles.

Reencarnando cada día mi universal propósito
Desato mi balsa de toda orilla inhóspita
Aprendo que menos debo atracar para viajar más
Ya vendrán orillas que, en buena rivera, den acogida a mi presencia.

tejo

Telar
Tejo la sincronía de mi experiencia
Con la precisa aguja de la conciencia
Entre puntada y despuntar aprendo
A llevar la trama de este camino.

Me abrigo en lo que recibo
Sabiendo que me he de desnudar para dar
Compartiendo lana y palillo
Pa’ que arropemos la humanidad.

Siete madejas me dieron
De siete colores distintos
Con todos se va hilando el alma
En trenza hacia lo divino.

Siete líneas de lana
Que no atan el albedrío
Cada quien habrá de vestirse
No falta el que ande con frío.

Adiestro al cuerpo

Bajo la piel, el cuerpo etéreo habita
Y a través de éste somos presencia dentro del gran misterio
Infinita existencia contenida en un cuerpo
La nave con la que nos aventuramos en esta dimensión

Olvidamos ser dioses en la torpe materia
El desafío es aprender a conducirnos desde dentro
Timón con su timonel
Navegar este inmenso océano sin perdernos

Haciendo del viento nuestro aliado y no extraviarnos en su arrebato
Hincho el corazón cuan una vela
Y me sirvo de su pasión para llevarme
Adiestro al cuerpo con coraje
Para hacer con él mi voluntad en este viaje.

la luz en el abismo

Acabo de ver la luz en el abismo
En donde nada más hay que la oscuridad
La necesaria para encontrar su brillo
Su particular e inequívoco brillo

Aunque no es luz como para encandilar
Es suficiente para comenzar a dar pasos
La penumbra es mejor que el vacío negro
De no reconocer por donde se inicia el sendero.

Uno y dos pasos inseguros.
Una y dos veces que el firme suelo es respaldo a la confianza.
Hay que ejercitarse, aunque sea lento, para dar pasos que
Luego se hagan trote de cálida esperanza.

Luego será correr, pronto será vuelo.
Pero primero que nada hay que dar aquellos pasos inseguros
que placenteros serán, luego que a tientas,
nos brinden la felicidad de saber que algún día partimos.